miércoles, 27 de noviembre de 2019

¿ Enseñar y cuidar? Viejas tensiones


Un nuevo Jardín Maternal Municipal para el barrio de Dock Sud ...
Este relato transcurrió en el contexto del taller 3 a principios del año 2019. El cual  en particular se enfoca en las prácticas e implementaciones  de alumnas del profesorado de educación inicial, en donde el espacio de implementación  son  los  Jardines maternales. En la cual a veces podías decidir en qué sala querías realizar tus prácticas. Yo en ese momento decidí elegir sala de dos años, desde los primeros días en mi concurrencia a esta institución, se podía notar ese clima cálido y afectivo entre  las docentes, y los niños y las niñas. La docente la cual se llamaba Analia tenía un vínculo muy particular en donde se veía que cada pequeño/a se sentía protegido junto a ella, ya sea cuando se golpeaban o extrañaban a sus familias, la buscaban para que los/as contenga. Recuerdo cuando Analia salía de la sala para acompañar a un niño a la entrada, ya que su familia lo venía a retirar; en ese preciso momento memi una de las niñas, la buscaba rápidamente con su mirada y cuando no la encontraba preguntaba “¿Y Ana?”, e inmediatamente se largaba a llorar. Apenas cruzaba la puerta la docente, Memi iba corriendo y la abrazaba, en este ejemplos y muchos más, se podía ver en los niños y niños el fuerte vínculo con esta maestra de la sala. 
Yo como practicante en la primer semana tenía la tarea de registrar actividades cotidianas de crianza. Era importante en este espacio de taller saber de qué manera llevaban a cabo estas propuestas ya que como nuevas participantes de la sala no debíamos cambiarlas sino que mantenerlas, pero también así enriquecerla con nuestros aportes como estudiantes. Una de esas actividades registradas que me dejó ciertos interrogantes los cuales no coincidían con lo que yo estaba estudiando, ni tampoco no se relacionaban con los fundamentos que debía tener la educación maternal.
Un día aproximadamente a las 14 hs de la tarde  la celadora Laura prepara el espacio para el cambiado de pañales. Este era llevado a cabo mientras los alumnos y alumnas están en alguna actividad. La docente acomoda en la mesada, el canasto con pañales, y con los demás elementos que necesita a su  alcance  para higienizarlos. Luego desinfecta la colchoneta con una servilleta y dos productos de limpieza. Una vez que ya está todo preparado,  Laura comienza a llamar a los alumnos/a por su nombre y si es necesario va y los toma de la mano. En un momento la docente se acerca un niño y le dice; ”¿Vamos veni a lavarte las manos ?”, este se acerca  sube por la escalera para llegar a la altura de la bacha  , ella le lava las manos y luego lo toma y lo pone en  la colchoneta para comenzar el cambiado. En ese momento ella le dice ”¿Vamos a ver si te tengo que cambiar el pañal? uy si te lo tengo que cambiar, te hiciste caca. Vos agarrame el pañal mientras yo te cambio. Muchas gracias”. La maestra se pone un guante luego de tener todo listo. Le abre el pañal, agarra algodón,  óleo y comienza a limpiarlo .Le saca el pañal sucio  lo pone dentro del guante y lo tira a la basura . Luego ella le dice ”Bueno ahora dame el pañal así te lo pongo “,le pone  el pañal limpio, le sube los pantalones y por último se le escucha decir ”Bueno ahora anda y seguí jugando “. Luego llama a una niña y le dice  “veni vamos a lavarte las mano”, le higienizo  las manos, la subió a la colchoneta,  cambio su pañal  y no intercambio  ni una palabra más. Este procedimiento se repitió con cada niño y niña. En algunos casos había más interacción pero en la mayoría no se generaba ese vínculo, esa intimidad con cada pequeño/a. Pero este momento se volvió una rutina de todos los días. Se veía  como la docente transformaba este momento de crianza en acciones totalmente sistemáticas, para todos era igual nada cambia, hasta incluso esto se asemejaba a una fábrica en el que hay que envolver y descartar, y seguir con el siguiente. Estos momentos deben nutrirse de momentos de cosquillas, poesías, canciones es tan tanto el repertorio que podría emplearse. Al ver como esta docente llevaba a cabo estos  espacios de crianza me generaban interrogantes, nuevos pensamientos que no coincidían con los  con los aportes de Rosa Violante, de Soto, de Laura Pitluk, con los cuales me formé en el profesorado y lo sigo haciendo. Siempre se escucha  decir de las docentes  que la teoría nunca se lleva a las prácticas, ya que las mismas no coinciden. Pero eso no es cierto ya que el espacio de educación maternal debe estar cargado de intencionalidad pedagógica y de cuidado. Pensar en educar en el ámbito Maternal implica tomar posturas y decisiones respecto del niño y niña como sujetos de derecho, sobre la tarea de enseñar y cuidar,  con un compromiso de acción para ampliar el mundo cultural de los niños y niñas. Me pareció interesante señalar esta cita del diseño curricular en la cual visualiza esta idea  “El acceso al jardín maternal conforma una oportunidad para que los niños incrementen los conocimientos y experiencias que traen del ámbito familiar y los puedan complementar y ampliar con otros de carácter social, propios de la institución escolar. Se trata de promover la formación integral de cada uno de los alumnos en sus diferentes dimensiones: social, afectivaemocional, corporal y motriz, expresiva, estética, cognitiva y ética.”(Diseño curricular para la Educación inicial .Niños desde 45 días a 2 años, 2016:12). Es importante que como docentes respetemos a los niños y niñas como sujeto de derecho a ser educados y asistidos desde los primeros años, ya que esta función es propia  del Jardín Maternal.
En mi relato hago referencia a los Jardines Maternales que pertenecen al ámbito educativo formal, que  como ya señalaba antes debe asistir y educar. Pero también existen en nuestros país formatos no escolares, que se dedican a asistir y no a educar; con personal no docente. Estos espacios mayormente están destinados a zonas vulnerables, con el objetivo de estimular, alimentar, atender a su salud, entre otras cosas. Estas instituciones no tienen una intencionalidad pedagógica, pero buscan las estrategias necesarias para el cuidado de los niños y las niñas, manteniendo el respeto que se les brinda día a día . En nuestra actualidad, este ámbito ha ido  progresando en diferentes cuestiones ya sea en guiar al personal que está a cargo; por medios de especialistas, y también generando así espacios más enriquecedores. 
Por otro lado decidí traer a los espacios no formales ya que los mismos generan un quiebre entre lo educativo y lo asistencial, respecto al ámbito escolar. En los Jardines Maternales muchas veces  hay  personal académico que desvaloriza  las actividades cotidianas, por el hecho de pensar que son docente y “enseñan” en  todo momento. Cayendo solo en el aspecto asistencial que es de alguna manera  propio de los espacios no formales, que no necesariamente se quedan solo en ese, sino que van más allá. 
Por último pienso que como docente debemos reflexionar sobre este aspecto día a día para mejorar nuestras prácticas, valorando nuestra formación, pero al mismo tiempo no solo quedarnos con eso, sino que a lo largo de nuestra trayectoria debemos seguir formándonos. Ya que esto influirá en todos los niños y  niñas que atraviesen  en nuestro camino.














1 comentario:

  1. Muy bien la segunda versión del relato! La cita del diseño curricular y de las autoras resulta interesante. La temática es muy real e invita a repensar las prácticas en Maternal y trascender la falsa antinomia educar-asistir. Muy bien!
    Respecto de los foros d debate, participaste activamente, destacando el trabajo de los CET y la participación de las familias en el marco de un trabajo con un equipo interdisciplinario. Bien!!!
    Prof. Mariana

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